Entre las familias que
han poblado La Ventosa y otros lugares de la Alcarria Conquense durante siglos
se encuentran los Sevilla. Con unos orígenes aún no muy bien definidos, pero
posiblemente relacionados con los procesos inquisitoriales por judaísmo de
finales del siglo XV y principios del XVI, esta familia de labradores acomodados
supo consolidarse con el paso de las generaciones, llegando a tener una importante
presencia en los siglos XIX y XX. Además de analizar brevemente sus posibles
orígenes, se hablará en este artículo de alguno de sus integrantes, como fue fray
Lorenzo de Sevilla, de la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula,
Vicario Provincial en el reino de Perú, Padre de Provincia de las Castillas y
las Indias, fundador y primer superior del Convento de Huamanga, Calificador
del Santo Oficio de la Inquisición en Lima, que además figuró como candidato
para obispados, aunque no se le llegó a nombrar.
Los orígenes de la
familia Sevilla no se pueden acreditar documentalmente mediante los asientos
registrados en los libros parroquiales de los diferentes pueblos de la comarca,
estando ya presentes en lugares como La Ventosa, Villanueva de Guadamejud,
Saceda del Río o en la ciudad de Huete a mediados del siglo XVI. Antes del
Concilio de Trento es difícil encontrar datos de los Sevilla en la Alcarria
Conquense, teniendo que remontarnos a los registros inquisitoriales que se
custodian en el Archivo Diocesano de Cuenca. En este archivo se pueden consultar
diferentes expedientes de finales del siglo XV y principios del XVI de varios
integrantes de esta familia acusados de realizar prácticas judaizantes después
de haberse convertido al cristianismo.
Sin poder tener la certeza
de que las personas con este apellido asentadas en la Alcarria poco después fueran
descendientes de aquellas personas que fueron procesadas por el Tribunal de la
Inquisición de Cuenca o descendieran de un mismo tronco, es probable que así
sea, teniendo constancia de que varios parientes de aquellos que fueron
juzgados en Cuenca se marcharon de la ciudad, emparentando con otras familias
de Huete y de otros lugares como Canalejas del Arroyo.
En el caso de La Ventosa,
el primer matrimonio localizado en los libros parroquiales es el formado por
Bartolomé de Sevilla y Quiteria de la Calzada, quienes tuvieron varios hijos a
mediados del siglo XVI, descendiendo de uno de ellos el autor de este artículo.
Francisco de Sevilla, clérigo e hijo del matrimonio citado anteriormente, fue
procesado por el Santo Oficio de Cuenca a principios del siglo XVII, siendo
condenado a un destierro de La Ventosa de tres años y al pago de 10.000
maravedíes. Labradores acomodados sin reconocimiento de hidalguía y con
parientes integrados en el clero secular, es una de las familias de la comarca
que prosperaron con el paso de las generaciones, teniendo en el siglo XIX una
importante presencia, especialmente en La Ventosa, Villanueva de Guadamejud y
Carrascosilla, como se verá más adelante.
Otra rama de esta familia
que se asentó en la comarca fue la perteneciente a Julián de Sevilla, natural
de Valdecañas, del que se hizo información genealógica en 1584 para familiar
del Santo Oficio en el Villar de Domingo García. En este caso, a pesar de haber
sido sus padres vecinos de Valdecañas, el origen de esta familia se situaba en
Noheda y Torrecilla, nombrando en este expediente a otros parientes.
Fray Lorenzo de Sevilla
En 1686 nació en La
Ventosa Lorenzo de Sevilla, hijo de Juan de Sevilla (biznieto de Bartolomé y Quiteria de la Calzada) y de Magdalena Pacheco, él
natural de La Ventosa y ella de Olmedilla de Eliz. Habiendo realizado estudios
menores y mayores en Filosofía y Teología pasó a formar parte de la Orden de
Mínimos de San Francisco de Paula y marchó al reino de Perú. Allí pasó a ser lector
del Convento de Lima ya que no había otro que lo hiciese y asistió a todas las
funciones públicas a causa de ser de nueva fundación.
Por la misma causa pasó a ejercer al mismo tiempo el oficio de Regente de los Estudios como también los oficios de Predicador de la Casa y Maestría de Novicios. Fue primer corrector y fundador del Convento de Huamanga por los años de 1717, que ejerció por dos años.
El Ilustrísimo Señor Don Francisco de Deza, Inquisidor de México y obispo de Huamanga, habiendo experimentado su virtud, prudencia y literatura le eligió por su confesor director, y le nombró por Examinador Sinodal de su Obispado, confiándole sus más graves negocios. Pasando de nuevo a Lima, por orden de sus superiores, fue electo por ellos, Corrector del Convento de dicha Ciudad.
Fue por los mismos Superiores promovido a la Vicaría Provincial del Reino de Perú. En el año 1726 fue nombrado Calificador del Santo Oficio de la Inquisición en Lima, tribunal al que asistía con frecuencia. También fue Padre de Provincia de las Castillas y de las Indias de dicho Orden de Mínimos. Al parecer apareció en listas de pretendientes para obispados, pero no se le llegó a nombrar.
Bartolomé de Sevilla y su descendencia
Un hermano de fray Lorenzo fue Bartolomé de Sevilla, que contrajo matrimonio con doña Teresa Velilla y Aragón, teniendo por hija a doña Antonia de Sevilla, nacida en 1736 en Arahal (Sevilla), que casó en 1758 con don Manuel Centurión Guerrero de Torres, noble malagueño emparentado con los marqueses de Estepa, caballero de la Orden de Santiago, gobernador y comandante general de Guayana (Venezuela), que fundaron un importante mayorazgo. De este matrimonio nacieron Luis, Rafael y María Francisca Centurión Sevilla, estudiando los dos primeros en el Real Seminario de Nobles de Madrid.
Don Luis Centurión Sevilla, nacido en 1764 en
Caracas, contrajo matrimonio con doña María Sanz de Vallés, hija de los
marqueses de Mascarell de San Juan, y con doña Concepción Moreno, teniendo
entre sus hijos y descendientes a importantes militares como el coronel don
Francisco Centurión Zapata y al coronel de caballería, gobernador de la
provincia de Castellón y diputado a Cortes don Manuel Centurión Moreno. Por su
parte, doña María Francisca Centurión Sevilla contrajo matrimonio con don Pedro
Manuel de Quadros Alonso, marqués de San Miguel de la Vega y Caballero de la
Real Maestranza de Granada, que tuvieron por hijo a don Antonio Manuel de
Quadros Centurión, que pidió licencia en 1806 para casar con doña Juana
Nepomuceno Manuel de Villena y Porlier, hija del marqués del Real Tesoro.
Los Sevilla en el siglo XIX y XX
A principios del siglo XIX hubo una rama procedente de Carrascosilla que se asentó en Villanueva de Guadamejud. En concreto, Tomás Sevilla, hijo de Manuel Sevilla y María Felipe, contrajo matrimonio con Rosalía Saiz, vecina de Villanueva. Entre sus hijos, Bernardino Sevilla, se establecerá en La Ventosa y tendrá una actividad muy importante con la compra de tierras en la época desamortizadora. A través de su propio patrimonio y sus enlaces con mujeres de familias como los Chamorro, tanto Bernardino como su hijo Miguel conseguirían ser propietarios de una importante hacienda, que consolidarían sus descendientes.
Como curiosidad, en 1968 el entonces teniente
coronel José María Millán Sevilla escribió una carta desde San Fernando (Cádiz)
al cura de La Ventosa solicitando la certificación literal de la partida de
matrimonio de Pedro de Sevilla con Agustina del Río de alrededor de 1736. Poco
antes, en 1965, fue nombrado Caballero de la Orden de Caballería del Santo
Sepulcro de Jerusalén, del Capítulo Noble de Castilla y León y Caballero del
Real Estamento Militar de Gerona.