miércoles, 27 de diciembre de 2023

Descripción de las casas principales en que habitó don Pedro de la Cueva, comisario del Santo Oficio en el siglo XVIII. La Ventosa (Cuenca)

 

Dibujo de 1787 de la casa de don Pedro de la Cueva, comisario del Santo Oficio[1]

 

Introducción

En este artículo se da a conocer la historia de una casona construida en el siglo XVIII en La Ventosa (Cuenca) y cómo estaba distribuida con sus diferentes dependencias, así como detalles de su primer propietario. Este edificio, propiedad de mis antepasados, situado en la Plaza del Eruelo junto a la Iglesia Parroquial fue costeado alrededor del año 1750 por don Pedro de la Cueva, comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Cuenca. Dicha construcción, que ha llegado hasta nuestros días, tenía en origen una fachada diferente, con una gran puerta de entrada, una ventana encima de ella, y en la parte superior estaba situado el escudo de la inquisición, destruido en 1936. La Casa del Pueblo de La Ventosa solicitó por escrito a Largo Caballero el 15 de mayo de 1936 que denunciase ante el gobierno para proceder a derrumbar el rollo de justicia y el escudo situado en un edificio de Luis Sevilla[2], de cuando existía la Inquisición[3]. Aunque el escudo fue destruido, el rollo de justicia sobrevivió afortunadamente a esta época tan convulsa.

Don Pedro de la Cueva Ramos, natural de La Ventosa, fue presbítero, comisario del Santo Oficio de la Inquisición[4], cura de La Ventosa, visitador general del obispado de Cuenca y examinador sinodal de él. Falleció el 10 de enero de 1790 a los 83 años de edad, otorgando testamento el 19 de noviembre de 1787 en Bólliga ante el escribano Domingo Torrijos, y codicilo el 6 de enero de 1790 ante José Carralero, notario público de La Ventosa. Como se ha dicho anteriormente, don Pedro de la Cueva fue el primer propietario del inmueble que nos ocupa, hidalgo de nacimiento y perteneciente a las élites locales, fue hijo y nieto de alcaldes por el estado noble.

Por citar alguno de sus parientes, fue tío de don Juan Cantero, capellán de Reyes Nuevos en la catedral de Toledo, de don Bernardo Cantero, teniente de corregidor de Madrid, miembro del Consejo de S.M., Superintendente de Policía de Madrid y caballero de la Orden de Carlos III; biznieto de don Diego del Horno, notario del Santo Oficio de la Inquisición de Cuenca, y pariente del marqués de Víllora. En su testamento dejó por herederos a sus dos sobrinos don Andrés Cantero de la Cueva y don Andrés Chamorro de la Cueva, naturales de La Ventosa. El primero de ellos fue abogado de los Reales Consejos, gobernador de Zalamea y administrador general de la encomienda de Totana y Aledo, sirviendo 36 años las administraciones y judicaturas de las principales encomiendas y falleciendo en una comisión secreta del real servicio en 1797. El segundo, era presbítero y cura de La Ventosa.

 

Escritura de partición de las Casas principales que habitó don Pedro de la Cueva, entre sus herederos[5] (1 de julio de 1796)

 

En la villa de La Ventosa, hoy día primero del mes de julio, de este año de mil setecientos noventa y seis, ante mí Juan Bernardo Martínez, escribano público por su majestad, único del número y ayuntamiento de ella, parecieron presentes don Andrés Cantero y de la Cueva, administrador general y juez privativo de la Real Encomienda de Totana, estante al presente en esta dicha villa, y don Andrés Chamorro y de la Cueva, presbítero, de esta misma, y dijeron:

Que las casas principales que en el barrio del Eruelo les dejó su difunto tío don Pedro de la Cueva, que a su costa las construyó, con dirección del maestro de obras Francisco de Toledo[6], vecino de la villa de Palomares, las han dividido y partido en la forma siguiente:

El cuadro de dichas casas se ha dividido desde el mediodía (sur) al norte por medio del zaguán[7], cocina y fregador, y así deberá construirse un tabique que línea recta suba hasta el tejado, a cuyo fin se quitará la puerta principal de ella, y la reja grande y sus ventanas para que ambas queden tapiadas, y a los lados de dicha puerta principal pueda cada uno abrir la correspondiente a su vivienda.

Que a la parte del saliente (este) que por suerte le ha correspondido a dicho don Andrés Chamorro, se le han adjudicado el postigo[8] de la sala de la bóveda, el postigo de su sala alta, el postigo del cuarto del estudio, el postigo de la cocina baja, el postigo surtidor de dicho estudio y alcoba de dicha sala alta, el postigo del cuarto que está enfrente del estudio en el de la harinera, la puerta de la dispensilla de dicha alcoba, la puerta de la cocina alta, la puerta del pagador, los dos surtidores de la alcoba de la sala de la bóveda, la puerta de la dispensilla interior, el postigo del salidor al corral y la puerta de este.

 


Detalle de la ventana tapiada de la fachada antes de la división[9]

 

Y a esta dicha parte del saliente (este), se le ha de quitar para la de poniente (oeste), que le ha tocado por suerte al expresado don Andrés Cantero, la reja grande y ventanas que tiene hacia el corral la sala de la bóveda, el postigo que sale también al corral inmediato a la puerta grande de él, el postigo de la sala grande alta, el postigo que hay enfrente del antecedente, y la puerta grande de la despensa, y se ha de quedar con el postigo de la escalera principal, el postigo de la escalera de la cámara, el postigo del cuarto del oratorio[10], la puerta surtidero de la alcoba de la sala grande, las dos puertas que tienen los dos tabiques de la cámara, el surtidor de la alcoba de la sala baja, y la puerta del cuarto más dentro del fregador.

Que cada una de dichas partes se ha de quedar con las rejas, rejones y ventanas que cada una tiene en su pertenencia. Que la puerta grande principal con todas sus cerraduras se ha adjudicado a la parte de poniente (D. Andrés Cantero); y la reja grande y sus ventanas, a la parte de saliente (D. Andrés Chamorro), y a esta los morillos[11] de la cocina, y la otra (D. Andrés Cantero) las llares[12] conforme están de todos sus pertrechos.

Y que de las pertenencias que hay fuera del cuadro de dichas casas, se han aplicado a la parte del saliente (D. Andrés Chamorro) las despensas contiguas a ellas, con la obligación de mudar su ventana al norte a su costa, y de la de ambas partes echar al mismo norte las aguas que de ellas caen a poniente, el parador con sus puertas grandes, la caballeriza y cocinilla con sus cámaras y cobertizo, y la mitad del pajar con la parte del corral que detrás de él está señalada, con sus puertas y tinadas[13].

Y a la parte del poniente (D. Andrés Cantero) se le ha adjudicado de las expresadas pertenencias que están fuera del cuadro de la casa, la mitad del pajar, todo el cocedero[14], la caballericilla de las gallinas y todos los demás corrales, como está señalada su partición.

Previniéndose que los tabiques y paredes divisorios, y el tapiar la puerta y ventanas principales ha de ser a costa de ambas partes, y entre ellas se han de partir los peldaños que se quitasen de las dos escaleras, y por lo que hace a los demás maderos y escombros de lo que hubiese que derribar, cada parte se ha de aprovechar de los que hubiese dentro de su posesión, derribando por sí aquello que le convenga.

 

        

Posibles escudos parecidos al situado en la casa de La Ventosa[15]

 

Que habiéndose ejecutado dicha partición solo han resultado a favor de la parte de poniente, perteneciente al dicho don Andrés Cantero, cincuenta y tres reales y medio de vellón, que le ha satisfecho dicho don Andrés Chamorro, y que al mismo tiempo han partido todos los títulos de pertenencia de los bienes raíces que les dejó dicho su difunto tío don Pedro de la Cueva[16], con la obligación de darse recíprocos testimonios en relación de los que se hallan en poder de cada uno, de cuya partición y división recíprocamente se dan por contentos y satisfechos, sin que reconozcan agravio ni perjuicio alguno, por lo que desde luego la aprueban y que estarán y pasan por ella ahora y en todo tiempo, sin contravenir a cosa alguna de cuanto va relacionado, y a su cumplimiento se obligaban y obligaron con su persona el que puede, y ambos con todos sus bienes muebles y raíces, derechos, acciones presentes y futuros, con poderío a los señores jueces que de este negocio puedan y deban conocer, para que les apremien a su cumplimiento por todo rigor de derecho, vía ejecutiva y por como por sentencia definitiva, dada por juez competente, pasada en autoridad de cosa juzgada y contenida con renunciación de todas las leyes, fueros y derechos que les favorezca, con la que prohíbe la general renunciación de todas ellas en forma.

En cuyo testimonio los señores exponentes así lo dijeron, otorgaron y firmaron ante mí dicho escribano, y pidieron se les librase a cada uno su respectiva copia de esta escritura, a todo lo cual fueron presentes por testigos Antonio Muñoz, Juan Caballero Martínez y Justo Muñoz, de esta vecindad, a los que como a los señores otorgantes, doy fe y conozco.

 

Firmas de los dos herederos y del escribano al final del documento[17]

 

Conclusiones

Después de analizar la escritura de partición de 1796 podemos hacernos una pequeña idea de cómo era la casa de un miembro del clero secular y cura de una villa de la Alcarria conquense en el siglo XVIII, el cual tenía un notable poderío económico basado en las herencias de su linaje y en los beneficios obtenidos de sus cargos y de la tierra.

La casa antes de su partición tenía una gran puerta principal con una reja grande y ventanas, la sala de la bóveda, una cocina en la planta baja y otra en la planta alta, el cuarto de estudio, la sala alta con su alcoba y dispensilla, otra dispensilla interior y una despensa grande, la puerta del este, una escalera principal y otra para la cámara, el cuarto del oratorio y una sala grande con su alcoba. También tenía el recinto un fregador, caballerizas, cocinilla con sus cámaras y cobertizo, corral con sus puertas y tinadas, y cocedero.

En el amillaramiento de 1881, los propietarios y descendientes de las dos partes de la casa original eran don Félix del Olmo Abarca[18] y don Luis Sevilla Gómez[19]. En la parte correspondiente al primero, se detalla la casa, cuadra, pajar y corral como un inmueble de tres plantas situado en la Plaza del Eruelo, nº 3, con una capacidad de 700 metros cuadrados y un valor de 1.000 pesetas. En la parte correspondiente a Luis Sevilla, se especifica que su casa con corral, pajar y cuadra adyacente situada en la Plaza del Eruelo, nº 4, constaba de tres pisos, con una superficie de 600 metros cuadrados y un valor de 1.000 pesetas, siendo sus linderos por la derecha Félix del Olmo; por la izquierda, camino del Pilar; espalda, Manuel Fiel y Esteban Barrios; por el frente, dicha plazuela.

 

Imagen actual de la casa que fue del cura y Comisario del S. O. don Pedro de la Cueva en el siglo XVIII



[1] Biblioteca Nacional de España. Manuscrito 7298. Diccionario Geográfico de España: Cuenca. Tomás López.

[2] El edificio, dividido en dos, tenía por dueños en esa época a Luis Sevilla (parte derecha) y a Manuel del Olmo Cantero (parte izquierda) y más cercana la iglesia.

[3] Archivo Histórico Nacional, FC_CAUSA_GENERAL,589, Exp.11, N.109. Carta de La Casa del Pueblo de La Ventosa a Francisco Largo Caballero.

[4] Los comisarios eran la autoridad visible del Santo Oficio en las poblaciones, siendo principalmente sacerdotes. Se trataba de un funcionario sin sueldo, pero que gozaba de prestigio y privilegios, siendo nombrado por el inquisidor del tribunal de su distrito. Era el encargado de recibir denuncias y trasladar información a la Inquisición, entre otras cosas. En el caso de La Ventosa, también hubo familiares del Santo Oficio, siendo varios de ellos miembros de la familia Cantero.  

[5] Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Protocolos notariales de Juan Bernardo Martínez Muñoz. Signatura P-1875.

[6] Puede tratarse del arquitecto Francisco de Toledo, quien intervino en la construcción de la Torre del Reloj de la ciudad de Huete.

[7] Real Academia Española. Zaguán: Espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y está inmediato a la puerta de la calle.

[8] Real Academia Española. Postigo: puerta que está fabricada en una pieza sin tener división ni más de una hoja, la cual se asegura con llave, cerrojo, picaporte, etc.

[9] Imagen de los años 50 del siglo XX en la que se puede observar la ventana tapiada que estaba situada encima de la puerta principal. Encima de dicha ventana debía estar situado el escudo de la Inquisición que fue destruido en 1936.

[10] Dos siglos después había una habitación cuya ventana daba a la Plaza del Eruelo que era conocida familiarmente como “del oratorio”.

[11] RAE. Morillos: cada uno de los caballetes de hierro que se ponen en el hogar para sustentar la leña.

[12] RAE. Llar: cadena de hierro, pendiente en el cañón de la chimenea, con un garabato en el extremo inferior para colgar la caldera, y a poca distancia otro para subirla o bajarla.

[13] RAE. Tinada: cobertizo para tener recogidos los ganados.

[14] RAE. Cocedero: pieza o lugar en que se cuece algo, y especialmente el vino.

[15] Estos dos escudos de la Inquisición se encuentran en El Recuenco y en Priego (Cuenca). Según la tradición oral familiar, el escudo de La Ventosa que destruyeron en 1936 era de la Inquisición, estaba como dividido en cuatro partes y tenía una “pluma” y una espada, por lo que encaja con los modelos presentados.

[16] En la escritura del inventario y partición de los bienes raíces que quedaron por fallecimiento del señor don Pedro de la Cueva, resultaron 182 almudes de tierras, 10.384 vides, 439 pies de olivas, una era de pan trillar y dos corrales de ganado, ascendiendo el valor de estos bienes a 43.015 reales.

[17] Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Protocolos notariales de Juan Bernardo Martínez Muñoz. Signatura P-1875.

[18] Natural de Villanueva de Guadamejud (Cuenca), fue alcalde de La Ventosa y marido de Matilde Cantero, heredera de la parte de casa que en 1797 le tocó en herencia a don Andrés Cantero de la Cueva.

[19] Luis Sevilla era nieto de Saturnina Martínez Chamorro, sobrina del presbítero don Andrés Chamorro y heredera de su casa.

jueves, 21 de diciembre de 2023

El método cartográfico de Tomás López. Interrogatorio y respuestas de La Ventosa (Cuenca) en 1787

 

 

1.      Introducción

 

Tomás López de Vargas Machuca[1] (1730-1802) fue un cartógrafo con formación en España, Ámsterdam y París que consiguió ser “Geógrafo de los dominios de Su Majestad” con el ilustrado rey Carlos III. Unas décadas después del famoso Catastro de Ensenada, Tomás López comenzó la formidable tarea de confeccionar una Geografía Histórica de España, acompañado de mapas de provincias, partidos, obispados, corregimientos y planos de ciudades. Para intentar conseguir tal fin se dirigió oficialmente a obispos, curas y otros funcionarios pidiéndoles información sobre sus parroquias.

Con influencia seguramente del intento de la Real Academia de la Historia de realizar un Diccionario geográfico y en un momento en el cual otras naciones europeas habían realizado tareas similares, Tomás López consiguió que, en el caso de Cuenca, el obispo don Felipe Antonio Solano emitiese una orden en 1786 para que los curas de las parroquias remitiesen certificaciones e informes con arreglo al interrogatorio propuesto de catorce preguntas contenidas en la citada orden “para ilustración del mapa que se está ejecutando de este obispado por el Geógrafo de los dominios de S. M. con un mapa o plan de los territorios en dos o tres leguas en contorno de cada pueblo”.

Esta información, de un gran valor, serviría para terminar de trazar los mapas posteriores y conseguir confeccionar esa Geografía Histórica, tarea que no pudo completar. Tras la publicación de la Geografía Histórica de la provincia de Madrid, Floridablanca realizó una dura crítica y Tomás López abandonó el proyecto. Como se ha dicho anteriormente el interrogatorio constaba de catorce cuestiones, dedicando las seis primeras a aspectos cartográficos y las ocho restantes a preguntas de carácter geográfico-históricas. En la carta-circular enviada por Tomás López, se pedía como nota final la elaboración de una especie de mapa o plano que le ayudase a él con posterioridad para la elaboración de un mapa más acertado de la diócesis.

Lamentablemente fueron pocos los mapas remitidos, y su calidad no fue la deseada en muchos casos. Aun así hoy tenemos la suerte de poder consultar algunos mapas elaborados por aquellos sacerdotes del siglo XVIII. La nota en la que pedía la realización de los mapas decía lo siguiente:

Procurarán los señores jueces formar unas especies de mapas o planos de sus respectivos territorios, de dos o tres leguas en contorno de su pueblo, donde pondrán las ciudades, villas, lugares, aldeas, granjas, caseríos, ermitas, ventas, molinos, despoblados, ríos, arroyos, sierras, montes, bosques, caminos, etc., que, aunque no esté hecho como de mano de un profesor, nos contentamos con una sola idea o borrón del terreno, porque lo arreglaremos dándole la última mano. Nos consta que muchos de los señores curas párrocos son aficionados a geografía y cada uno de estos puede demostrar muy bien lo que hay en el contorno de sus iglesias.

 

2.      Interrogatorio y mapa de La Ventosa[2]

 

La Ventosa, y febrero 5 de 1787

Plan y razón individual que yo don Manuel Antero Martín, cura de la villa de La Ventosa, diócesis de Cuenca, partido de Huete, puedo dar según lo que he podido averiguar y en cumplimiento de la carta orden del Ilustrísimo Prelado, y es en la forma siguiente:

1ª pregunta. Si es lugar, villa o ciudad, a qué vicaría pertenece; si es de realengo, de señorío, o mixto; y el número de vecinos.

Respuesta: A la primera pregunta digo: que esta villa de La Ventosa es villa de señorío y pertenece a los señores condes del mismo título en lo temporal, y al señor obispo de Cuenca en lo espiritual; tiene ciento y cincuenta vecinos, y quinientos cincuenta habitadores.


2ª pregunta. Si es cabeza de vicaría o partido; parroquia; anejo, y de qué parroquia, y si tiene convento decir de qué orden, como también si dentro de la población y extramuros hay algún santuario e imagen célebre, declarar su nombre y distancia; asimismo el nombre antiguo y moderno del pueblo, la advocación de la parroquial, y el patrón del pueblo.

Respuesta: Esta villa de La Ventosa tiene una sola parroquia, y su titular y patrona es María Santísima en el misterio de su Inmaculada Concepción; no tiene convento alguno, anejo, ni despoblado; tiene dos molinos, uno de harina y otro de aceite; en lo antiguo hubo otro de viento, hoy se conservan algunos vestigios. Ermitas tiene tres, extramuros, pero inmediatas a la población; la más distante estará doscientos pasos al oriente, llamada de Nuestra Señora de la Caridad; otra con el título de Nuestra Señora de la Paz al mediodía, a los sesenta pasos; y la tercera y más principal de Jesús Nazareno, o por el nombre común a las gentes, del Santo Cristo del Calvario, está confinado por el poniente con la misma población. Tiene una efigie de Jesús Nazareno abrazado con la cruz de lo más primoroso que puede ejecutar el arte, con la aprobación de los más inteligentes escultores; y es inmemorial su colocación en esta villa.


3ª pregunta. Se pondrá cuántas leguas dista de la principal, o metrópoli, cuánto de la cabeza de la vicaría y cuántos cuartos de legua de los lugares confinantes, expresando en este último particular los que están al norte, al mediodía, levante o poniente

Respuesta: Dista esta villa de la ciudad de Cuenca que es su capital en cuanto a renta provinciales cinco leguas; y de la de Huete, cuatro; y los lugares que se la avecindan o circundan son por el oriente el lugar de Culebras y Villar del Saz de Navalón, a la distancia de una legua; por el poniente Villanueva de Guadamejud, una legua, y Bonilla, dos leguas; por el norte Bólliga, una legua, Fuentesbuenas, una legua, Villarejo del Espartal, una legua, y la villa de Gascueña, dos leguas; por el mediodía, Castillejo, una legua, y la villa de las Cuevas, una legua. El término de esta villa de que se hace relación y su jurisdicción ocupa todo cuatro leguas en circunferencia; de longitud, dos leguas; de latitud, siete cuartos de legua.

 

4ª pregunta. Dirá si está a orilla de algún río, arroyo o laguna; si a la derecha o la izquierda de él bajando agua abajo; dónde nacen estas aguas; en dónde y con quién se juntan, y cómo se llaman; si tienen puentes de piedra o madera, o barcas, con sus nombres y por qué lugares pasan.

Respuesta: No tiene río alguno de nombre conocido, tiene varios arroyuelos que nacen de algunas fuentes, y acogidas de inviernos cargados de agua y vierten todos estos en el que aquí llaman el río Grande[3] al arroyo que más copia lleva de agua y del que se sangra caz para el molino harinero.


5ª pregunta. Expresarán los nombres de las sierras; dónde empiezan a subir, dónde a bajar, con un juicio razonable del tiempo para pasarlas, o de su magnitud, declarando los nombres de sus puertos, y en dónde se ligan y pierden o conservan sus nombres estas cordilleras con otras.

Respuesta: Aunque es tierra quebrada, no tiene sierras grandes y sólo tiene un monte al mediodía de carrasca baja, el que se corta en sus tiempos para carbón que se consume en la corte, y esta está en unas cuestas o terrazgos altos que no asciende su altura de trescientos pasos o un cuarto de legua.

 

6ª pregunta. Qué bosques, montes y florestas tiene el lugar; de qué matas poblado, cómo se llaman, a qué aire caen y cuánto se extiende.

Respuesta: Y queda respondido a la sexta del interrogatorio con la antecedente.

 

7ª pregunta. Cuándo y por quién se fundó el lugar, qué armas tiene y con qué motivo; los sucesos notables de su historia; hombres ilustres que ha tenido; y los edificios o castillos memorables que aún conserva.

Respuesta: Es inmemorial la fundación de esta villa, la que no tiene armas algunas, pero ha habido en ella varios sujetos de autoridad y letras, y quienes más se han señalado y son dignos de eterna memoria han sido, en el siglo pasado por los años de 1644 el Ilustrísimo señor Sandoval, obispo de Zamora, hijo de los señores condes de ella; y en el presente, el señor don Bernardo Cantero y de la Cueva[4], superintendente general de la Policía y rastro de Madrid, consejero de Castilla, que Dios goza; consérvase hoy en medio de la población la fortaleza o castillo propio de los señores condes y parte del palacio.

 

8ª pregunta. Cuáles son los frutos más singulares de su terreno; los que carece; cuál la cantidad, a qué ascienden cada año.

Respuesta: Los frutos más principales de esta villa son trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos, guijas, alazor, azafrán, vino, aceite, y en el principio de este siglo almendra fina, que llegó a haber trescientas fanegas de cosecha en algunos años, hoy no hay sino algunos árboles de este género muy claros por causa de la labor de las tierras; la cosecha de todos los granos suele ser anualmente, sacados por un quinquenio 12.000 fanegas; la de vino 10.000 arrobas; la de aceite, 600 arrobas, y así de lo demás.

 

9ª pregunta. Manufacturas y fábricas que tiene; de qué especie y por quién establecidas, qué cantidades elaboran cada año; qué artífices sobresalientes en ellas; qué inventos, instrumentos o máquinas ha encontrado la industria para facilitar los trabajos.

Respuesta: Manufacturas y fábricas no hay sino las comunes del reino, hilar cáñamo y lana, y fabricarlo para el consumo de cada casa según el terreno.

 

10ª pregunta. Cuáles son las ferias o mercados y los días en que se celebran; qué géneros se comercian, extraen y reciben en cambio, de dónde y para dónde; sus pesos y medidas; compañías y casas de cambio.

Respuesta: En los últimos años del siglo pasado hay noticias de haberse celebrados dos días al mes mercado, y constan hoy en algunos papeles de aquel tiempo los precios de todo lo que se vendía.

 

11ª pregunta. Si tiene estudios generales o particulares; sus fundaciones, método y tiempo en que abren; qué facultades enseñan y cuáles con más adelantamiento, y los que en ellas se han distinguido.

Respuesta: No hay fundación alguna de estudios, solo se conserva escuela y enseñanza pública de niños y niñas.

 

12ª pregunta. Cuál es su gobierno político y económico; si tiene privilegios y si se erigió en favor de la enseñanza pública algún seminario, colegio, hospital, casas de recolección y piedad.

Respuesta: El gobierno que en esta villa hay político y económico es el mismo que en su capital. No tiene seminario, colegio, hospital, ni otra casa de piedad por fundación.

 

13ª pregunta. Las enfermedades que comúnmente se padecen y cómo se curan; número de muertos y nacidos para poder hacer juicio de la salubridad del pueblo.

Respuesta: Las enfermedades que se padecen son las más comunes a estas dos Castillas, aunque en esta población se experimenta un clima templado y más saludable que en las cercanías, y sus dolencias se curan según el acierto de los facultativos.

 

14ª pregunta. Si tiene aguas minerales, medicinales o de algún beneficio para las fábricas; salinas de piedra o aguas, canteras; piedras preciosas, minas, de qué metales, árboles y hierbas extraordinarias.

Respuesta: Cantera, minas de piedras preciosas y metales, no se han descubierto algunas en todo este término, ni aguas minerales, pero sí dulces y saludables para el uso de las gentes, y no sólo de las de esta villa, sino de cuatro o cinco lugares de los inmediatos que carecen de este singular beneficio.

Es cuanto puedo informar según se me previene y he podido averiguar, lo mismo que certifico, y firmo hoy cinco de febrero de 1787. En esta villa de La Ventosa,

Don Manuel Antero Martín.

 

Respuestas y mapa de La Ventosa y alrededores realizado por don Manuel Antero Martín[5] en 1787

 

 



[1] Real Academia de la Historia. Biografía de Tomás López de Vargas Machuca. Disponible en web: https://dbe.rah.es/biografias/14789/tomas-lopez-de-vargas-machuca

[2] Biblioteca Nacional de España. Manuscrito 7298. Diccionario Geográfico de España: Cuenca. Tomás López.

[3] Se debe referir al río Guadamejud

[4] FERNÁNDEZ RABADÁN, G., Bernardo Cantero de la Cueva: Caballero de la Real Orden de Carlos III, ministro del Consejo Real de Castilla y Superintendente General de Policía de Madrid. Disponible en web: https://rolloventosa.blogspot.com/2018/07/bernardo-cantero-de-la-cueva-caballero.html

[5] En la parte correspondiente al mapa de La Ventosa se puede observar que don Manuel Antero sitúa las tres ermitas descritas en la respuesta segunda, además de la Iglesia parroquial y, junto a ella, la casa del Comisario del Santo Oficio, construida en ese siglo.


lunes, 18 de diciembre de 2023

Feliz Navidad

 

Feliz Navidad y felices fiestas a todos los lectores del blog que entran desde diferentes partes del mundo. Gracias a todos. Os deseo lo mejor para estos días y para el comienzo del 2024.




martes, 12 de diciembre de 2023

Fiesta de la matanza en Villarejo del Espartal el 8 de diciembre de 2023

 


El viernes 8 de diciembre la Asociación de vecinos de Villarejo del Espartal organizó la fiesta de la matanza, con comida, cabalgata y cena. Las fotos que a continuación se exponen son solamente una pequeña muestra de lo bien que se lo pasaron mayores y pequeños en diferentes momentos del día. ¡Ah!, y que no se me olvide citar el ingenioso belén que ponen todos los años 😉