viernes, 10 de mayo de 2024

El doctor Alonso de Liébana

Uno de los personajes más desconocidos y a su vez más notables de la ciudad de Huete por los oficios que ocupó durante los siglos XVI y XVII fue Alonso de Liébana, doctor en leyes, corregidor del marquesado de Mondéjar, juez de comisión contra los moriscos, teniente de corregidor de Madrid, corregidor de Alcalá de Henares, de Córdoba, de México y teniente de asistente de Sevilla, entre otros cargos. Natural de Huete (Cuenca), era hijo de Juan de Liébana y doña Francisca López de Cuenca, teniendo parientes cercanos en la villa de La Ventosa que ocuparon escribanías y oficios por el estado noble. Los Liébana, cuyo verdadero linaje paterno era el de los conversos Alcocer, estaban emparentados en Huete con varias de las principales familias conversas de su entorno. 



                                                Firma del doctor Alonso de Liébana[1]

 

Su padre, Juan de Liébana, fue natural de la villa de Alcocer, marchando a Huete antes del año 1538 donde fue parroquiano de San Nicolás de Medina. De oficio escribano figura también en algunos documentos de 1556 como procurador síndico del común y jurados del ayuntamiento de la ciudad de Huete[2], siendo sepultado en el último cuarto del siglo XVI en la capilla de San Juan Bautista de la iglesia de San Nicolás de Medina, donde tenía sepultura.

 

Firma del escribano Juan de Liébana

 

Alonso de Liébana fue bachiller y doctor en leyes (derecho civil) por la Universidad de Valencia, con fecha 11 de agosto de 1575. En dicha universidad debió coincidir también con su pariente Gaspar Méndez de Parada, doctor en leyes en septiembre del mismo año[3]. Desde el año 1576 hasta 1580 fue gobernador y corregidor del marquesado de Mondéjar y sus estados, siendo marqués el excelentísimo señor don Íñigo López de Mendoza, virrey y capitán general en el reino de Nápoles[4].

El 22 de abril de 1577 contrajo matrimonio en Huete con doña Ana Maldonado, no especificándose en esta partida quiénes eran los padres de la contrayente, pudiendo ser pariente del licenciado Maldonado, alcalde mayor de Huete pocos años después[5]. Como padrinos de ese matrimonio aparecen su hermano Gabriel de Liébana y la mujer de éste María Gómez de Cetina.

Debido a su gran competencia en el desempeño de su oficio el Consejo Real recurrió al ya doctor Alonso de Liébana para solucionar los numerosos e importantes problemas relacionados con la comunidad morisca. Nombrado Juez de Comisión, se empleó con dureza en este asunto desde noviembre de 1580 hasta 1584[6].

En 1580 en Pastrana sancionó a los alcaldes mayores por permitir una excesiva libertad de los moriscos y a estos últimos les aplicó penas de vergüenza pública, castigo a galeras, destierro, incluso mandando ahorcar a uno de ellos[7]. Unos años después, en 1586, el Consejo Real le volvió a requerir para encargarse del mismo asunto.

Desde noviembre de 1586 hasta 1591 fue teniente de corregidor de la villa de Madrid[8], siendo corregidor Luis Gaitán de Ayala. El doctor Alonso de Liébana tenía sus casas y cochera en la calle de las Infantas, actualmente con el mismo nombre, y muy cercana a lo que hoy es la Gran Vía de Madrid[9]. Años después, y ya sin residir en la capital, alquilaba esta casa en doscientos ducados anuales. El 12 de enero de 1592 fue nombrado “procurador fiscal y promotor de la nuestra justicia en la nuestra cárcel real y audiencia de los alcaldes de nuestra casa y corte”, cargo que ejerció hasta el 7 de marzo de 1593[10].

En el año 1594 el Consejo Real le dio comisión para que procediese e hiciera justicia contra los alcaldes mayores de los lugares de señorío que hubiesen sido remisos en castigar a los gitanos que vagaban por el reino cometiendo excesos. En noviembre de ese mismo año se le volvió a dar comisión para que actuase contra los gitanos del Adelantamiento de Cazorla[11].

En 1597 el doctor Alonso de Liébana aparece como corregidor y justicia mayor de Córdoba[12] y su tierra en un documento relativo a los procesos seguidos sobre inclusiones y exclusiones debidas o indebidas en las listas de caballeros de cuantía. En 1599 y 1600 es corregidor de la villa de Alcalá de Henares, siendo su antecesor don García Girón de Loaisa[13]. En 1601 el rey Felipe III concede al marqués de Montesclaros, don Juan de Mendoza y Luna, el puesto de asistente de Sevilla, cargo similar al de corregidor. El doctor Alonso de Liébana era por estas fechas su asesor, y ese mismo año se traslada a Sevilla para ejercer de teniente de asistente[14].

En el mes de mayo del año 1603 el Marqués de Montesclaros es nombrado virrey de Nueva España. Al año siguiente, el 16 de febrero de 1604 nombra a Alonso de Liébana corregidor de la ciudad de México[15], cargo que ejerció ese año y hasta el 1 de abril de 1605:

“Don Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros y marqués de castil de bayuela, señor de las villas de la higuera de las dueñas, el colmenar, el cardoso y el vado y balconete, Virrey lugarteniente del Rey nuestro señor. Gobernador y capitán general en esta nueva España y presidente de la audiencia real y chancillería que en ella reside: Por cuanto por haber fallecido el licenciado Sebastián de Trujillo, que nuevamente vino proveído por su magestad en el puesto de corregidor desta ciudad, conviene y es necesario proveer en su lugar persona de letras y las demás partes y calidades que se requieren que use y ejerza el dicho cargo, y teniendo consideración a que estos concurren en la del doctor Alonso de Liévana, mi asesor, y a los muchos años que a que sirve a su magestad en casos grabes y de Ymportancia en los rreynos de Castilla E acordó de proveerle Y nombrarle como por la presente le proveo y nombro por corregidor de esta Ciudad en él”.

Durante los últimos años de su vida pocas son las noticias que tenemos sobre él, pudiendo alternar su vida por temporadas en sus casas de Madrid y en Alcalá de Henares. Alonso de Liébana, que falleció sin descendencia, otorgó su testamento en Alcalá de Henares (Madrid) el día 16 de febrero de 1613 ante el escribano Juan de Pina[16]. Mandó por su ánima y la de sus padres y abuelos seiscientas misas, y que su cuerpo fuera llevado a enterrar como clérigo de evangelio en la capilla de San Francisco de Alcalá de Henares, que es la que tenía en esa iglesia Gonzalo Mexía de Santarén[17], vecino de esa villa y marido de doña María de Anaya y Liébana, su sobrina.

                                


[1] Firma del doctor Liébana. A.G.S. Patronato Real, Leg. 87, Doc. 171.

[2] Archivo de la Real Chancillería de Granada. Signatura 5028-009. Alonso Méndez de Parada, Probanza. Cabina 302, Legajo 270, Pieza 12

[3] “Libros titulados de grados conferidos por el estudi general”, Año 1575. Archivo Municipal de Valencia. Alonso de Liévana, de Huete (Cuenca), aprobó sus exámenes de Bachiller en Derecho Civil el 10 de agosto de 1575 y Doctor en Derecho Civil el 11 de agosto de 1575.

[4] AHN, Inquisición, 55, Exp. 24. También en Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Registro de Ejecutorias, Caja 1418, 7.

[5] Archivo de San Esteban Protomártir de Huete. Parroquia de San Nicolás de Medina, 18-4, pág. 8. En el año 1593 era alcalde Mayor de Huete el licenciado Maldonado (Archivo Diocesano de Cuenca. Curia Episcopal. Audiencia. 774/825-b), pudiendo ser pariente de doña Ana Maldonado.

[6] GARCÍA LÓPEZ, A., “Conflictividad y conciencia. La aplicación de justicia y la minoría morisca en el reino de Castilla”, en MESTRE SANCHÍS, A., Y GIMÉNEZ LÓPEZ, E., (eds.), Disidencias y exilios en la España Moderna, Actas de la IV Reunión Científica de la Asociación Española de Historia Moderna. Publicaciones de la Universidad de Alicante. 1997, pp. 455-468. Archivo General Simancas (A.G.S.) Registro General Sello 1586-XII-16, 1594-11-14, 1594-IV-27 y 1594-XI-12, 1580-XI-15, 1582-III-12, 1583-V-21, 1583-III-31, 1584-XI-14.

[7] Ibíd., pág. 459. Referencia: Archivo Municipal de Pastrana. Actas del Concejo, 5 de junio de 1580, f. 92r.

[8] A.H.N. Cons. Sup. 21474, pieza 20, folio 1, y pieza 11, folios 113-117. También en Archivo de Villa de Madrid. Actas de acuerdos del Ayuntamiento. Tomo 22. Año 1587. Signatura: LA 22.

[9] Archivo Municipal de Huete. Protocolos Notariales. Escribano Pedro Álvarez. 1613.

[10] La Monarquía de Felipe II. La Casa del Rey. Volumen II, pág. 761.

[11] A.G.S. R.G.S. 1594-II-14, 1594-IV-27, 1594-XI-12.

[12] CONTRERAS GAY, J., Fuentes para el estudio sociológico de la caballería de cuantía de Andalucía. La caballería de cuantía de Córdoba antes de su desaparición en 1619. Chronica Nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada. 1986-1987, pág. 57. Archivo Municipal de Córdoba: Procesos seguidos sobre inclusiones y exclusiones debidas o indebidas en las listas de caballeros de cuantía. Año 1597. Signatura: SF/C 00072-024.

[14] A.G.S. Patronato Real, Leg, 87, Doc. 38 y 39. Ídem, Leg. 87, Doc. 171.

[17] Gonzalo Mexía de Santarén fue regidor de Alcalá de Henares. Su mujer doña María de Anaya y Liébana era pariente dentro del cuarto grado de los señores de La Ventosa (Cuenca).

sábado, 4 de mayo de 2024

¿Un “nuevo” libro sobre la historia de La Ventosa?

Antes de nada, quiero dejar claro que me alegro mucho de cualquier aportación sobre la historia de La Ventosa, ya sea mediante artículos, libros, etc., faltaría más. Este escrito no es agradable para mí, pero lo considero necesario por afectarme directamente. Como Cronista Oficial de Villas de La Ventosa llevo años realizando investigaciones, acudiendo a diferentes archivos, invirtiendo miles de horas de mi tiempo libre, realizando desplazamientos con los gastos que conlleva, etc., para poder publicar artículos en mi blog, todo ello de manera gratuita para el lector con cerca de 8.000 lecturas en este último año, y creo que no es de recibo que alguien que publique un libro y se lucre con ello se aproveche del trabajo de otro haciéndolo suyo y sin citar a la persona que lo investigó y lo redactó para el lector. Escribo estas líneas para que todos seáis conocedores del asunto y, en particular, el autor del libro que conoce perfectamente mi blog.

Hace dos días adquirí en Cuenca un nuevo libro sobre historia de La Ventosa escrito por Eduardo Collado, con su I.S.B.N. y 210 páginas, al precio de 20 euros. Este nuevo libro es cierto que aporta datos sobre el pueblo, pero en un alto porcentaje el autor se limita a copiar numerosas hojas enteras de diferentes autores, citando su origen en algunas ocasiones y no haciéndolo en otras, como en mi caso que omite por completo cualquier referencia a mis artículos, detallándolo más adelante. Mi caso no es el único en este libro, ya que en otras partes de éste realiza lo mismo, llegando a estar copiada incluso la mayor parte de la bibliografía, donde figuran referencias de otro autor que después no aparecen ni se desarrollan en esta obra.

Con esta manera de proceder se incumple totalmente la ética profesional y es una gran falta de respeto, por no llamarlo de otra manera e independientemente de otras medidas que se podrían tomar. Es cierto que realizar un trabajo con un importante volumen de información dificulta que sea totalmente inédito, siendo comprensible y admisible que algunos párrafos procedan de otras obras, pero cuando se trata de páginas enteras, la historia cambia.

Además del modo con el que ha actuado el autor del libro en lo referente a mí, también ha incluido en su publicación numerosas páginas del libro Historias de Amor o Apuntes para la historia de La Ventosa, escrito por Braulio Marcos Huerta, que copia muchas partes de la obra de manera prácticamente literal, equivocándose además en ocasiones como en las páginas 149 a 151 donde las dedica a “Algunos autos de fe sobre vecinos de La Ventosa”, apareciendo sin embargo casos de “Curia Episcopal”, o en la página 99, que copia también pero equivoca el año del documento al hacerlo, correspondientes estas páginas al libro de Braulio Marcos Huerta.

En otras partes del nuevo libro vuelve a actuar con el mismo proceder, como en “Arquitectura Popular” (páginas 93-97) sin citar la procedencia, a pesar de extraer prácticamente la totalidad de la información con párrafos enteros y sin entrecomillar del documento Arquitectura Popular de la Alcarria Conquense, de José Luis García Grinda, disponible en web. En este caso, este documento al menos sí aparece en la bibliografía final, ya que lo cita en varias ocasiones al principio del libro.

En otra parte del libro dedicada al “Testamento de Joaquín de Sandoval Blasco de Orozco” (páginas 198-203) vuelve a actuar igual sin citar la procedencia, extrayendo la información del artículo Muerte y privilegio en Cuenca: el testamento del conde de La Ventosa, publicado en el blog de Julián Recuenco en septiembre de 2018, disponible en web.

Como ejemplo clarificador de esta forma de trabajo, conviene resaltar que al final de la obra figura la bibliografía. Para mi asombro, aparece copiada en su mayor parte la bibliografía del libro Historias de Amor o Apuntes para la Historia de La Ventosa, de Braulio Marcos Huerta, donde para remate aparecen relacionadas signaturas de procesos de inquisición que sí aparecen en este último libro, pero no lo hacen en el reciente libro de Eduardo Collado, es decir, que ha copiado la bibliografía de aquel libro sin tomarse el trabajo de contrastar a qué corresponde cada referencia del Archivo Diocesano.

En mi caso particular está claro que el autor del libro en cuestión es seguidor de mi blog rolloventosa.blogspot.com, de donde ha obtenido información citada prácticamente de manera literal en numerosas páginas, sin citarme en ninguna de ellas. No entiendo muy bien el porqué de esta omisión, añadiendo que se ha limitado a poner solamente algunas referencias que aparecen en mis artículos. La información a la que me refiero procede de mis artículos siguientes:

 

1.         “La ermita desaparecida de Nuestra Señora de la Vega” publicado el 10 de octubre de 2023. En las páginas 81-83 del libro habla de la citada ermita, extrayendo casi toda la información de mi artículo, a excepción de un párrafo. Además, se equivoca al intentar cambiar el orden de las palabras cometiendo errores con la cronología.

 

2.         “La desaparecida ermita medieval de San Sebastián de La Ventosa (Cuenca), símbolo de protección contra las epidemias”, publicado del 10 de enero de 2024. En las páginas 83-85 del libro habla de esta ermita, sacando la información de mi artículo. En la página 85 habla de la ermita de San Roque, no citando tampoco que la mitad de la información procede de mi artículo.

 

3.         “Ayuntamiento antiguo de La Ventosa”, publicado el 8 de abril de 2023 (las dos imágenes utilizadas en la página 90 del libro son las mismas que utilicé en mi artículo).

 

4.         “Descripción de las casas principales en que habitó don Pedro de la Cueva, comisario del Santo Oficio en el siglo XVIII. La Ventosa (Cuenca)”, publicado el 27 de diciembre de 2023 (página 101 del libro, donde se hace referencia al intento de derribo del rollo de justicia del que hablé en mi artículo).

 

5.         “La Fortaleza de La Ventosa”, publicado el 17 de octubre de 2021 (páginas 109-111 del libro donde, además de no citar la procedencia, se equivoca en las referencias de archivo y añade la misma fotografía que aparece en mi artículo).

 

6.         “El Catastro del Marqués de la Ensenada en La Ventosa (1751)”, publicado el 18 de noviembre de 2019 (páginas 154-172 del libro). En este caso, a pesar de estar disponible la información en la web con su escritura original, es obvio después de todo lo anterior que el autor del libro conocía mi artículo ya transcrito, publicado en un formato en el que “copiar-pegar” era fácil, por lo que se puede intuir que se ha realizado lo mismo.

 

7.         “El método cartográfico de Tomás López. Interrogatorio y respuestas de La Ventosa (Cuenca) en 1787” (páginas 173-180 del libro). Aquí queda absolutamente clara la copia total de mi artículo, ya que además de omitir cualquier tipo de cita, los enunciados de ese interrogatorio fueron elaborados por mí cotejando diferentes interrogatorios de otras poblaciones, no pudiendo el autor del libro decir nada sobre su procedencia, que está claro que desconoce por completo.


Después de lo anteriormente expuesto espero que me entiendan y juzguen ustedes mismos.


sábado, 27 de abril de 2024

El Bicentenario de la Policía Nacional y su relación con don Bernardo Cantero de la Cueva, natural de La Ventosa (Cuenca)

 



Este año 2024 se conmemora el bicentenario de la creación de la Policía General del Reino mediante Real Cédula del rey Fernando VII el 13 de enero de 1824, germen de la actual Policía Nacional. Este nuevo cuerpo tenía su sede en Madrid y estaba basada en una estructura jerárquica con una Superintendencia General, una Intendencia en cada provincia y varias Subdelegaciones de Policía en algunas cabezas de partido, pero ¿qué hubo antes de 1824?

Aquí es donde conviene resaltar la creación en 1782 de la Superintendencia General de Policía de Madrid, antecedente histórico de la posterior Superintendencia General de 1824, cuyo primer titular fue el señor don Bernardo Cantero de la Cueva, nacido en La Ventosa en 1735 y que ostentó ese cargo desde su creación en 1782 hasta su fallecimiento en 1787, apareciendo en numerosos estudios y publicaciones como uno de los personajes importantes en los orígenes de la policía española. Esta Superintendencia de 1782 afectaba solamente a la capital, al igual que en otras cortes europeas, pero fue la base de la posterior Real Cédula de 1807, cuyo ámbito territorial incluyó a todo el reino.

La Superintendencia General de Policía de Madrid fue creada en 1782 por Real Cédula del rey Carlos III, siendo primer secretario de estado el conde de Floridablanca, cuñado de doña Mariana de Pontejos y Sandoval, marquesa de Casa Pontejos y condesa de La Ventosa. Esta Superintendencia al cargo de don Bernardo Cantero mantenía su independencia ante el Consejo de Castilla y la Sala de Alcaldes, respondiendo directamente ante el rey o ante el conde de Floridablanca. Su asistencia al Consejo y su sala primera de gobierno era voluntaria y, en caso de asistir, podía intervenir y votar sin restricción como cualquier otro ministro.

Para entender por qué el rey Carlos III decidió elegir a don Bernardo Cantero para un cargo de tanta importancia podemos decir que poseía una hoja de servicios completísima, siendo abogado de los Reales Consejos desde 1759, del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, abogado fiscal de las tropas de la Casa Real desde 1760, abogado de cámara del Infante duque de Parma y promotor fiscal de las Reales Alcaldías de El Pardo y sus agregados, promotor fiscal de la Sala de Alcaldes de Casa y Corte en 1775, Alcalde Mayor en 1776 y Teniente Corregidor de la Villa de Madrid con honores de su Real Casa y Corte, además de Juez de Ministros en el Consejo Real. A lo dicho anteriormente se puede añadir que en 1768 fue recibido en el estado de Caballeros Hijosdalgo de la Villa de Madrid tras la probanza de nobleza y en 1783 en el Real Cuerpo Colegiado de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid, siendo nombrado por decreto de 2 de abril de 1784 Caballero pensionado de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Después de unos meses de enfermedad en los que tuvo que ser sustituido como Superintendente por Blas de Hinojosa, finalmente el día 16 de febrero de 1787 falleció en Madrid a los 51 años de edad este ilustre personaje nacido en La Ventosa (Cuenca).

Durante los años en los que estuvo al frente de la Superintendencia de Policía de Madrid, don Bernardo Cantero tuvo que emplearse a fondo y realizar un trabajo poco agradable para que la Corte consiguiera tener la apariencia que buscaba Carlos III. La crisis de subsistencias de 1780 abrió un periodo muy duro para las clases populares que les llevó en muchos casos a la pobreza e indigencia, llenando de “vagos y mendigos” las calles de Madrid. En este contexto de estancamiento de la estructura productiva de la capital y un considerable crecimiento del desempleo fue creada la Superintendencia para intentar dar solución al problema de seguridad, situación complicada para las élites ilustradas que veían con escándalo las calles colmadas de vagos, ladrones y prostitutas que, según palabras de don Bernardo Cantero, “infestaban las calles” de Madrid, poniendo en peligro la paz social en la Corte.

En esta situación el Superintendente Cantero se empleó con dureza en asuntos como la venta callejera y la reorganización de la Plaza Mayor de Madrid en la que era difícil caminar por los innumerables puestos de venta allí situados, contándose por más de mil los puestos de verdura entre hortelanos de Madrid y forasteros, reduciéndose con las medidas de don Bernardo Cantero a setenta para los de Madrid y otros tantos para los venidos de fuera. A pesar de las diferentes críticas a su gestión durante esos años, don Bernardo Cantero llevó a cabo el intento de aplicar las ideas ilustradas del momento para conseguir que en la Corte se pudiese caminar sin ser molestado por innumerables mendigos, vendedores y revendedores, y que los espacios públicos fueran limpios y ordenados. En el mito del rey Carlos III como “mejor alcalde de Madrid” y su modernización de infraestructuras embelleciendo las calles y paseos puso su grano de arena en su ámbito correspondiente el Superintendente General de la Policía de Madrid don Bernardo Cantero de la Cueva. Como ejemplos de la modernización citada anteriormente destacamos, por encontrarse en el ámbito cronológico de este artículo, las inauguraciones de las fuentes de Cibeles y Neptuno, precisamente en 1782 y 1786, años en los que el Superintendente ostentó su cargo.

Genealogía de don Bernardo Cantero de la Cueva



Cédula de creación de la Superintendencia de la Superintendencia General de la Policía de Madrid, su jurisdicción y rastro




 
     



Para saber más:

 

-          HERRERO FERNÁNDEZ-QUESADA. M. D. y TURRADO VIDAL, M., “Estudio preliminar”, en HERRERO FERNÁNDEZ-QUESADA, M.D. (Coord.), Los orígenes de la Policía Española. Dos siglos al servicio de la sociedad (1824-2024), Ministerio del Interior. Fundación Policía Española. Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. Madrid, 2023.

-          FERNÁNDEZ RABADÁN, G., Don Bernardo Cantero de la Cueva, miembro del Consejo Real de Castilla, Superintendente General de Policía de Madrid y Caballero de la Real Orden de Carlos III. Año 2018. Disponible en web: https://rolloventosa.blogspot.com/2018/07/bernardo-cantero-de-la-cueva-caballero.html

-          SÁNCHEZ, S., Oficial de la Escribanía de Cámara y Gobierno del Consejo Real. Colección de pragmáticas, cédulas, provisiones, autos acordados, y otras providencias expedidas por el Consejo Real en el reinado del señor don Carlos III. Imprenta de la viuda e hijo de Marín. Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Signatura 1/12974. Año 1803. Págs. 428-430.

-         PARÍS MARTÍN, A., “Mecanismos de control social en la crisis del Antiguo Régimen: la Superintendencia General de Policía”, en Actas de la XI Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna, vol. 1, Granada, Universidad de Granada, 2012, pp. 838-851. 

-          ÁVILA VALLADARES, J., Sangre Azul: Historia de la Policía Nacional, Editorial EDAF, Madrid, 2022. 

-          LÓPEZ BARAHONA, V., Las trabajadoras en la sociedad madrileña del siglo XVIII. Libros del Taller de Historia. Editorial ACCI. Madrid. 2016. 

-          DE PABLO GAFAS, J. L., La Sala de Alcaldes de Casa y Corte (1583-1834). Justicia, gobierno y policía en la Corte de Madrid. Libros del Taller de Historia. Editorial ACCI. Madrid, 2017.

-         Expediente de incorporación de don Bernardo Cantero de la Cueva, Archivo Histórico del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, Signatura: Caja 34 AHICAM 1.2.034,05.

 









 


miércoles, 10 de abril de 2024

Semana Santa 2024 en La Ventosa

 Esta Semana Santa del año 2024 en la que se cumplirán 500 años desde la bendición de nuestra Iglesia Parroquial se han vuelto a reunir en La Ventosa numerosos vecinos y amigos que han llenado de nuevo muchas de esas casas y calles en las que apenas se escucha hablar a nadie durante los meses duros del invierno. A pesar de las intensas lluvias y el frío que hizo en estos días, afortunadamente los actos religiosos programados pudieron celebrarse. Además, el sábado tuvo lugar una gran comida en el silo con baile por la noche que terminó a altas horas de la madrugada. Gracias a todos los que han colaborado porque sin ellos todo esto no sería posible. 






Domingo de Ramos












Jueves Santo. Hora Santa










Viernes Santo. Procesión del Ecce Homo a las nueve de la mañana









Viernes Santo. Vía Crucis (11 de la mañana)













Viernes Santo. Oficios y procesión (6 de la tarde)








Sábado. Comida en el silo y baile por la noche




























Domingo de Pascua. Procesión del Encuentro y la Santa Misa (11 de la mañana)

A pesar del intenso frío y el viento con el que despertamos en la mañana del domingo, se realizó una pequeña procesión por la Plaza del Eruelo debido a la amenaza de lluvia.







Una vez llegados a la puerta de nuestra Iglesia Parroquial se produjo el bonito encuentro entre la Virgen María y Jesús resucitado. Después de ello, se le retiró el manto negro de luto que portaba la Virgen.